Y esto pido en oración, que vuestro amor abunde aun más y más en ciencia y en todo conocimiento,

para que aprobéis lo mejor, a fin de que seáis sinceros e irreprensibles para el día de Cristo,

Filipenses 1:9-10

El corazón de Pablo estaba lleno de un gran deseo: que la iglesia de Dios en Filipos creciera espiritualmente, tanto colectiva como también individualmente, o sea cada uno de sus miembros. Su meta era poder presentarlos un día “irreprensibles” ante Jesús. Deseaba poder entregarlos a Jesús sin tropiezos, sin escándalos, irreprochables y totalmente libres de culpa. Este era su más profundo anhelo.

El apóstol nos revela su corazón–y descubrimos el corazón de un pastor. Pablo era un pastor que luchaba por las iglesias y por cada creyente que las integraba. Sufría en su alma cuando alguno de los miembros andaba por caminos equivocados. Lloraba con los hermanos y se alegraba con ellos cuando estaban contentos. Cada uno de los creyentes le importaba de todo corazón. Pablo Deseaba presentar a la iglesia de Dios en Filipos pura y sin mácula delante de Dios y escribió en el versículo 9: “¡Esto pido en oración!” El resumen de su oración es: “que vuestro amor abunde aun más y más” (1:9). Pablo oraba específicamente por el crecimiento del amor entre los hermanos de la iglesia en Filipos.